Regensburg una ciudad que se mueve por diferentes frentes tuvo a bien hace unos días
estrenar el nuevo organo de la Katedrale, ese templo de mentiras, pero donde el organo sonó con una inmensidad acorde a su envoltura. Una de las piezas elgidas fue del impresionante y sin par Bach (Basti para los amigos); Toccata, adagio y fuga, no es tan espectacular como Tocata y fuga, pero si igual de bonita. Y parece ser que cada domingo habrá alguan interpretación. Espero que me disculpe esta leve intromisión nuestro estimado compilador de entradas de música clásica, al que aprovecho para agradecer su erudita, sofisticada y acertada participación.
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2 comentarios:
La elección de la interpretación ha sido un poco gratuita, pero muestra lo impresionante que es tocar un organo.
Talento incomensurable el del "padre de la música". Qué suerte tienes de estar pisando la tierra de la que brotó tanto genio, inspiración y belleza. La lista es interminable. Un abrazo.
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