lunes, 22 de noviembre de 2010

El banquete


-Hace demasiado tiempo que ando meditando acerca de la pertinencia de un simposium en el que, todos reunidos, podamos disfrutar de la compañía de los viejos amigos y del buen vino que esta tierra ofrece. ¿No crees, oh amigo Glaucón, que todos los amigos estarían de acuerdo en ello y que acudirían al evento sin pensárselo dos veces?

-No podría ser de otra manera, Sócrates.

-Y si alguno tuviera que andar largo camino, ya fuera desde Atenas al Pireo o al contrario, ¿no crees que pensaría que tal ocasión merece la pena y que todos los peligros del camino son un precio bajo que pagar si a cambio puede disfrutar de la jovial sonrisa de sus amigos?

-Así lo creo.

-¡Eah pues! No esperes más querido Glaucón y proponlo a todos los que juntos pasamos los alegres años de junventud. No se te olvide decirles que el hecho de que entre amigos no haya obligaciones no es argumento en favor de la ausencia; más bien al contrario, esa libertad obliga más que cualquiera de los deberes cotidianos. Que tampoco les desaliente la ausencia del efebo Fernando, pues si no en cuerpo, sí en alma, a buen seguro estará con nosotros.

5 comentarios:

Norbert dijo...

Mucho hay que concretar aquí:

- ¿Modo Logia?

- ¿Un sitio de semicopete?

- ¿Antes de que se acerquen las fiestas?

Creo que lo mejor sería quedar el próximo lunes en tu casa para ver el partido y afinar estos y otros detalles al ritmo de la apisonadora blanca.

Vector dijo...

Dices verdad, oh iguana. Se espera confirmación en este mismo foro.

grulla dijo...

He de decir que tras leer esta ocurrente invitación he estado tentado de hacer los preparativos para dicho viaje pero mi galopante pobreza me lo desaconseja. Áunque improbable diré que no es imposible y que no se desTarque nada. De momento me alegro y consuelo con vuestro pronto viaje.

Motopico dijo...

Una argumentación férrea e incontestable. Propongo que si alguien se ve tentado a soslayar el ágape por motivos triviales sea severamente castigado. Propongo como hipótesis el segundo fin de semana de Diciembre, antes de que los siempre excesivos eventos navideños se cuelen en la agenda y después de que Véctor y señora hayan disfrutado de la siempre estimulante compañía de "der fliegende spanisch".

A sus pies.

grulla dijo...

La traducción literal es más graciosa pues así me llamarías, el eje voladizo español. igual paso del nick de grulla.